Después de la Segunda Guerra Mundial, MG se vendió admirablemente, especialmente en el extranjero. Los soldados americanos habían llegado a apreciarlo en Gran Bretaña y deseaban tenerlo también en su país natal. Casi se podría decir que cuanto más simple, más popular era ese automóvil. Por supuesto, los primeros todavía estaba en el diseño de antes de la guerra.

Ya con el TD Midget en 1949 entró cierta modernidad en la construcción. El eje delantero rígido desapareció y hubo una suspensión independiente de las ruedas delanteras. Las nuevas ruedas de acero, que iban sujetas a los bujes con varios tornillos y ya no con cierres centrales, podrían encajar con esto.

Con el TF Midget, los antiguos faros independientes se trasladaron en los guardabarros. Sin embargo, reaparecen las bonitas llantas de radios y el motor es considerablemente más fuerte de 1500 cm³. Su seña de identidad es la parrilla del radiador que ha sido modificada por primera vez en 25 años. Paralelamente a los roadster, surgieron las limusinas como antes.

En 1958 llegó una carrocería verdaderamente nueva (en la foto de arriba), que no solo presentaba una forma de pontón por primera vez, sino que también estaba construida completamente de acero, al igual que el techo rígido. El motor tenía 1600 cm³ y con la carrocería moderna alcanzaba aproximadamente 160 km/h. También había frenos de disco en el eje delantero. La versión Twin Cam incluso tenía frenos de disco a todos las cuatro ruedas, lo que lo convirtió en el primer automóvil de carretera de producción en tener este equipo.

Le siguió el MGB, de los cuales se produjeron más de medio millón de automóviles en 18 años. Se dice que el carrocero italiano Farina participó en su diseño. La cilindrada total aumentó aún más a 1800 cm³ e hizo posibles las carreras exitosas. Más tarde incluso estuvo disponible con un motor V8.