El estaño
La condición para todo el trabajo relacionado con recubrimiento por estaño es una buena preparación de la pieza de chapa. Si es posible sin bollos y liberado de todas
las posibles sustancias que pueden impedir la aplicación del estaño, entonces se puede aplicar la pasta de estaño con un pincel. La temperatura necesaria de 200° C
hasta 250° C para fundir el estaño se puede producir con la llama floja de un soplete o con un soldador. El trabajo se continúa cuando la pasta se vuelve de color marrón
por todas partes (Fig.1). Esta se tiene que limpiar para que reluzca la proporción de estaño que contiene la pasta. Esto forma una buena base para la siguiente capa.
También se pueden recubrir con estaño los lugares situados en vertical rápidamente y sin problemas mediante una barra de estaño (Fig. 2). Importante es aquí mantener
una constante (¡no muy alta!) temperatura del material y la superficie que se recubre. Debido al contenido de aprox. 25% de estaño se mantiene el material sobre un
amplio rango de temperatura fundido. Sin embargo no esta totalmente libre de problemas a causa de la alta proporción de plomo. Esto se refiere a la posible inhalación
de vapores, la eliminación de los restos contaminantes y el lavado de las manos al final del trabajo.
Las paletas de madera permiten un mejor repartimiento del estaño aleado con plomo y por eso se cubren con lubricante para protegerlas del calor (Fig. 3). Para las
tareas diferentes de post formado en contornos de la carrocería existen formas diferentes y diámetros. Después que se enfría lentamente el lugar de reparación, se trata
esta por ejemplo con un cepillo de carrocerías (Fig. 4), hasta que la superficie se vuelve lisa y sin bultos. Posiblemente aplica el pintor de chapa una capa fina de pasta de
relleno, antes de empezar con el trabajo de acabado. 05/11 Gracias a Georg Kaiser (TraCK, DN)
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