Cuando se inventó el automóvil aun no participaba el sistema eléctrico. Era en sus tiempos algo más desarrollado, y al final del siglo durante un tiempo al menos competía como accionamiento con el motor de combustión. Al mismo tiempo llego el primer componente eléctrico en forma de un magneto de ignición al automóvil y a causa de esto lleva aun hoy en día el borne del cable de ignición la denominación numero (1). Entonces sustituyo este al tubo incandescente que tenían los motores de combustión de cuatro tiempos.

Por cierto, el sistema coherente consiste en una batería, motor de arranque y un alternador, estos componentes llegaron aquí más tarde haciendo un desvío sobre los Estados Unidos donde la necesidad de confort era más elevada. Hasta entonces, aun se tenía que arrancar con manivela. Como se puede ver desde los inicios, no necesita el automóvil un sistema eléctrico para andar. Aun existen hoy en día estaciones de bombeo lejos de cualquier civilización las que marchan con motores de gasoil, estos no necesitan electricidad al menos una vez que andan.

Entonces aun duro mucho tiempo, hasta que los sistemas eléctricos se establecieron en el automóvil. Aun cabía en el año 1964 el esquema de conexiones de un VW escarabajo en una página de formato A4. Fue probablemente debido al desarrollo de la electrónica y los motores eléctricos más pequeños, más económicos y más ligeros. Mientras tanto alcanza el sistema eléctrico al menos con el peso sus límites, y también se está tratando aquí desde hace tiempo de disminuirlo. Naturalmente sin verdadera renuncia. Esto lo hacen muy pocos automóviles biplazas, que con ello quieren demostrar lo que es posible de hacer con un motor relativamente normal, cuando se instala sólo lo justo que se necesita para la seguridad y no tienen ninguna electrónica de confort.