La tracción delantera con motor longitudinal es la más antigua construcción de tracción a las ruedas delanteras (1931). El motor está colocado delante del eje delantero y la transmisión detrás de él. Desde el embrague se transmite el par motor primero sobre el eje largo de tracción a la transmisión de eje desigual. El eje de salida de la caja de cambios tiene el piñón cónico para transmitir el par a la transmisión final. Los ejes de tracción son de igual longitud.

Desventajas: Este modo de tracción hace que el vehículo sea incomodo de guiar. Un chasis equilibrado es difícil de lograr con este peso tan mal repartido a los ejes. Cuanto más grande y más pesado es el vehículo, tanto más se acerca esta clase de construcción a un equilibrio ideal, pero en realidad no llega a lograrlo.

Aquí encuentra en referencia a este problema, una solución interesante para el motor delantero colocado de forma longitudinal. Las proporciones repartidas del motor en particular la gran longitud, reduce la distancia entre ejes. Este problema se puede reducir algo situando el sistema de refrigeración delantero al lado del motor. Lo único que sigue siendo una desventaja en este diseño, como con todos los vehículos de tracción delantera, es la transmisión de la tracción y la dirección.

Aunque las fuerzas de tracción hoy en día ya casi no se notan en la dirección, se siente al conducir a causa de esto menos contacto a la calzada. En vehículos con cambio de marchas se puede crear una tracción a cuatro ruedas más fácil. En vehículos con transmisión automática es esto aún más difícil. En algunos vehículos de tracción a cuatro ruedas con transmisión automática se puede ver por fuera un eje adicional para devolver el par motor a la transmisión final.